ASTONISHING X MEN: PELIGROSO
Editorial: Marvel Comics
Fecha de publicación: Enero de 2005 a Agosto de 2005.
Guión: Joss Whedon.
Arte: John Cassaday
Reseña: El Buen Ñoño Wise
Espero que ya hayan leído el arco anterior, porque aquí lo comentaremos con total libertad, especialmente el suceso más importante: el regreso de Piotr Nikolaievitch Rasputin, a.k.a. Coloso. Con él, nuestros Astonishing X-Men son ahora seis, y la misión se mantiene: hacer de los X-Men un equipo superheróico que inspire esperanza, y proteger a las nuevas generaciones en la reabierta Escuela Xavier. No obstante, vemos a seis individuos muy diferentes, con motivaciones y preocupaciones particulares, y los obstáculos no tardan en llegar aunque hasta Los Cuatro Fantásticos echen una mano en las relaciones públicas.
Hasta dan ganas de estar ahí, con ellos. Así de bien los llegaremos a conocer.
Del arco argumental anterior traemos un agradable sabor de boca. Tuvimos un splash page impresionante de una bola rápida especial que ni siquiera fue dicha por personaje alguno, en un homenaje al lector antiguo de la franquicia que simplemente no necesitaba ver escritas las palabras. Tuvimos una satisfactoria resolución del tema de la cura mutante, con Hank guardando sin secretos la única muestra, y quedando con Scott en que si llega a decidir usarla, le avisará primero. Tuvimos el ya señalado regreso de Coloso, idea que quizá aparentaba ridícula en el papel, pero que con un guion adecuado y redondo no sólo fue llevada a cabo, sino que además le hizo justicia a una partida poco digna y aparatosa. Por si fuera poco, el anzuelo para las futuras entregas fue arrojado: sabemos que un mutante, probablemente un X-Men, destruirá un mundo entero de aquí a 3 años. Encima de esto, algo trama Emma Frost en conjunto a una misteriosa figura anónima, y todo parece indicar que Whedon la convertirá en la nueva infiltrada que traicionará a los hombres X en el último minuto, cual Xorn. De sus planes sólo sabemos que la primera en caer debe ser Kitty Pryde, quien esconde mucho más de lo que aparenta.
En cuanto a la acción, por primera vez vimos a cabalidad el potencial de contar con un telépata en el grupo. La coreografía coordinada de combate se vuelve una danza, como en realidad debiese ser si nuestro líder comanda lo que hemos de hacer directamente en nuestros cerebros, sin que el enemigo tenga oportunidad o tiempo de leer la estrategia. En resumidas cuentas, una vara alta para este nuevo arco, así que vamos a su argumento de una buena vez.
Con el regreso de Coloso y su vuelta a la primera línea, Kitty y Scott se preocupan por su condición de salud mental. No es para menos, ya que el ruso fue objeto de estudios y torturas durante años a manos de Ord. Otros, como Logan, piensan que dadas las circunstancias Rasputin se lo está tomando bien. Un personaje nuevo y presentado en los números anteriores, Abigail Brand, comienza a tomar peso como una atractiva versión femenina de Nick Fury que hasta el día de hoy se mantiene vigente en diseño y esencia. Además, “Alas”, el chico que escapó de la muerte a manos de Ord pero que perdió su capacidad mutante de volar, es ahora un humano de nuevo, en una escuela para mutantes. ¿Sus ocupados profesores se darán cuenta de que algo malo puede estar ocurriendo en el campus? Al final del primer número ya tenemos claro quién será el antagonista, en una idea magistral y totalmente plausible, que aunque no es original como concepto sí que lo es en el trato que el escritor le da.
Si una palabra define al presente arco argumental, esa es “vertiginoso”. Todo ocurre en muy poco tiempo, sin piedad, sin parar, en un juego de ataque, defensa y resolución que mezcla el terror, la acción y los diálogos increíbles con un ritmo tan propio del mundo cinematográfico que uno se pregunta cómo es que Whedon no pudo escribir y dirigir alguna película de la franquicia. Y, si cabe la posibilidad, esta sub-etapa es incluso mejor que la anterior, y quiero detenerme a explicar en forma clara el porqué. Cuando hablamos de una buena historia podemos estar diciendo muchas cosas. A veces de un argumento nunca antes visto, a veces de una historia no original pero sí desenrollada de manera inteligente, a veces de interacciones bien planteadas, etc. pero rara vez todas esas cosas ocurren al unísono. Este arco es un ejemplo de cómo a veces, con la batuta de una mano adecuada, todos los factores se conjugan formando un coro armónico y delicioso, sin duda centrado en los muchos personajes que el autor pareciera conocer mejor que a ellos mismos, pero con situaciones tan bien tramadas que logran extraer dicha información al sol, y que brille como un diamante. Si a eso le agregamos respeto y conocimiento por la historia previa de los protagonistas, subtramas interesantes que prometen y un dibujante de increíble calidad en solidez de trazo, composición y expresión facial, tenemos algo pocas veces visto.
No quiero lanzar spoilers del conflicto central, así que sólo repetiré lo ya dicho: basta acabar el primer número para saber la identidad del antagonista, y aún más que en el primer arco estos 6 números se dejan leer uno tras otro y sin pausa. En la humilde opinión de quien les escribe, estamos ante las historias definitivas de los hombres X. Sencillamente rozan la perfección, y pasarán a la historia.
Mi nota: 9,4/10