NUEVOS VENGADORES: ¡FUGA!
Editorial: Marvel Comics
Fecha de publicación:
Autor: Brian Michael Bendis.
Arte: David Finch - Danny Miki - Frank D’Armata.
Reseña: El Buen Ñoño Wise
El título lo dice todo: estos son los Nuevos Vengadores, ya que todos sabemos cómo acabaron los viejos, y esta reseña de aquí lo prueba. Los hechos acaecidos en este primer arco argumental tienen lugar 6 meses después de lo ocurrido en “Vengadores Desunidos”, así que asumiré que todos leyeron ese evento antes de arrojarse al comic reseñado en estas páginas. Además, dicha recomendación de ir leyendo en la secuencia señalada de mis reseñas tiene un motivo, y es que siguen una disposición adecuada de lectura. No será tan completo como un orden… pero es mejor que nada. Por lo mismo, espero también que -aparte de “Vengadores Desunidos”- hayan leído también los primeros doce números de “Astonishing X-Men” de Joss Whedon, reseñados hace poco. Cuando volvamos a los mutantes será necesario haber leído dichas obras, y habrá valido la pena porque tendremos la sensación de estar leyendo un universo interconectado bien hecho, y una macrohistoria de fondo.
Al grano, vamos con los prolegómenos y la acción: ya no existen Los Vengadores. La muerte de Hawkeye, Vision y Ant-Man devastó a los héroes restantes, quienes supieron de la peor manera que el enemigo provenía de sus propias filas. Wanda Maximoff, la Bruja Escarlata, comenzó a sufrir extrañísimos brotes cuasi-psicóticos a causa de un recuerdo reprimido. De golpe sus compañeros se enteran que Wanda, al no poder tener hijos, creó a dos de ellos desde la nada, y que su mentora llamada Agatha Harkness decidió borrarlos de la existencia, junto con las memorias que Wanda tenía de ellos. Al recuperar dicho recuerdo, la frágil psique de Wanda colapsó y se dividió en dos aspectos representados por sus “hijos”, nuevamente traídos a la realidad. Casi de manera inconsciente, atacó con un poder inconmensurable a sus camaradas de armas, y si no fuera por Stephen Strange todo habría continuado. A pesar de haberla detenido, Los Vengadores ya no pueden ni quieren seguir.
Ahora, medio año después y con todo el mundo desbandado, los ratones ven la casa abandonada y desierta de gatos. Todo inicia con actores bastante desconocidos a excepción de uno, aunque sin duda de menor renombre en comparación a la plana mayor. Matt Murdock, a.k.a. Daredevil, y Foggy Nelson -en su calidad de abogados- viajan acompañados de su guardaespaldas Luke Cage hasta “La Balsa”, la prisión de máxima seguridad en la Isla Ryker. Allí los recibe Jessica Drew, a.k.a. Spiderwoman, agente de S.H.I.E.L.D. a cargo de la seguridad de los visitantes. El motivo de la visita es una solicitud del mismísimo Reed Richards hacia los abogados: al parecer en La Balsa está recluido un héroe, rodeado de una miríada de supervillanos. Y no es cualquier héroe. Según el Dr. Richards es quizá el más poderoso ente del planeta, lo cual es mucho decir.
Por otro lado, y el título no deja misterio alguno a lugar, una fuga desde La Balsa comienza a planearse. Alguien contrata a Max Dillon, a.k.a. Electro, para sembrar el caos, y el escape ocurre justo cuando nuestro bufete favorito llega a la celda de ese misterioso personaje ultra poderoso. Y ya que todos saben que no hay un súper equipo de guardia, ante la emergencia acuden muchos héroes de manera individual, entre ellos el mismísimo Spiderman. El Capi iba de camino a Washington en helicóptero cuando se entera de lo ocurrido y su piloto lo deja ahí. En resumidas cuentas, tenemos a Luke Cage, Daredevil, Spiderwoman, Spiderman, Capitán América y luego Iron Man en el lugar adecuado y en el momento adecuado, intentando detener una fuga imparable. En ese sentido, el argumento está planeado con cuidado, proveyendo de motivos adecuados para reunir a tan variopinta selección, y mejor aún: la identidad y los motivos de quien contrata a Electro serán un tema a resolverse años después, en un ret-con bien hecho que pronto abarcaremos en una futura reseña. A leer con paciencia y a disfrutar, que la cosa pinta bien, ya que después de mucho tiempo la interconexión es el eje central del universo Marvel, y hay repercusiones reales entre una colección y otra.
“Obvio que con disfraz. ¿Puede ser uno de Batman?”
Este nuevo mundo que Bendis nos propone en estos 6 números iniciales, y que regresó de la individualidad más absoluta en cada publicación con autores de renombre como Grant Morrison o J.M.S. haciendo uso de mucha libertad creativa, comienza a entretejerse con cada uno de los miembros del universo Marvel. En el primer número ya son nombrados casi todos los actores más importantes, aparecen muchos héroes que hasta hace poco casi no se conocían, y los autores de cada colección acusarán las consecuencias en sus respectivos trabajos. Straczynski en su “Amazing Spiderman” dará cuenta de esta profunda imbricación respecto a lo que pasa con estos Nuevos Vengadores, y de ahí en más hasta el final de la Guerra Civil un par de años más tarde. Joss Whedon también acusará recibo aunque en formas más sutiles. Lo mismo con Ed Brubaker en su excelente run a cargo de Capitán América. Y todo pareciera correr hacia dos metas: la ya mencionada Civil War en un futuro distante, y el caos más próximo que reunirá no sólo a este equipo que comienza a armarse, sino que a todo el universo marvelita a cabalidad y especialmente a los mutantes: “House of M”.
El arco remata con la unión de un nuevo grupo (No… ¿en serio?), y dejando algunos misterios planteados a resolverse antes o después. Aparte de quién contrató a Electro, 42 reclusos de La Balsa siguen afuera y necesitan ser recapturados, pero ¿a quién querían liberar, y por qué? Encima de esto, Jessica Drew no sólo es agente de S.H.I.E.L.D. y vengadora: tiene una tercera afiliación, a la cual le informará de sus otras dos participaciones. En una visita a la Tierra Salvaje un nuevo miembro habrá de unirse también para completar la nómina inicial, aunque nuevas integraciones habrán de venir como parte del desarrollo propio de la colección.
¿Y cómo es que se vuelven a juntar tan fácilmente? El tercer número nos muestra el diálogo de los dos pilares remanentes, Tony y Steve, discutiendo si formar o no formar un nuevo equipo.
“-¿Lo ves, Tony? ¿Ves dónde quiero ir a parar? ¿Sabes lo que me recordó anoche?
-¿A una pesadilla recurrente?
-Me recordó al día en que Los Vengadores se conocieron. Una situación absurdamente peligrosa, fuera de control, que ninguno podríamos haber solucionado solos. Pero el grupo… Un grupo reunido por… ¿qué? El destino. ¿Hay otra palabra para ello? Un grupo de gente extraordinaria, gente que nunca se te ocurriría meter en la misma habitación. Gente dispuesta a ignorar cuánto están arriesgando personalmente. Gente que hace instintivamente lo que mejor sabe hacer, sin dar pausa a la gravedad de la situación. Y justo cuando no estabas seguro de en qué dirección iba a ir la pelea…
-¿Quieres reunir un nuevo grupo de Vengadores?
-Digo que el nuevo grupo ya se ha reunido solo.”
Como nota especial, mi querido amigo Negativo me sopla que hay quienes han llamado a toda esta megaetapa -que abarcaría desde Nuevos Vengadores hasta Siege, el asedio de Asgard- la Era de Sentry (quizá en referencia al comic del 2008). Y ciertamente no se aleja mucho de la realidad: en la casa de las ideas Superman pareciera funcionar mejor como un artista secundario, con una psique corrompida inevitablemente a causa de tanto poder. Si seguimos leyendo podremos comprobarlo por nosotros mismos, pero partiendo por el principio de todo. Y un último detalle: entre medio de estos seis meses, como podrán leerlo en el número 4, Nick Fury ya no se encuentra al mando de S.H.I.E.L.D. Si desean saber las razones, es necesario leer Secret War (la guerra secreta de Nick Fury, que no debe ser confundida con “Secret Wars”, en plural), mini-evento que va después de Vengadores Desunidos y después de Astonishing X-Men #1 al #12, pero obviamente antes de Nuevos Vengadores. De hecho, y si nos ponemos minuciosos, Secret War vendría entre los números 3 y 4 de Nuevos Vengadores.
¿Por qué? Pues si los leyeron ya se dieron cuenta: en ambas historias Nick sigue a cargo, en Secret War deja de estarlo, y ya en Nuevos Vengadores María Hill estrena el puesto. Y vaya que tiene pasta.
En resumidas cuentas, un regreso prometedor, con diálogos divertidos y situaciones de humor que bajan la carga dramática de las situaciones de acción y lucha. Spiderman y su personalidad están especialmente bien escritos, sin que descolle nadie más. Y la incorporación de nuevos elementos a las filas, como Luke Cage, otorga un elemento de frescura que se evidencia cada vez que el héroe negro debe ser informado de muchas cosas que los otros héroes conocen por sus años de acción y sus ajetreadas vidas. Así, “Nuevos Vengadores” dista bastante de ser una pérdida de tiempo, al menos en este primer arco argumental, y eso se agradece porque más adelante veremos cómo mucho de lo que pase en esta colección ramificará prácticamente cada evento de la década que sigue.
A leer, entonces.
Mi nota: 7,5/10