JESSICA JONES - PRIMERA TEMPORADA
Fecha de emisión: 20 de Noviembre, 2015
Episodios: 13
Creador: Melissa Rosenberg
Cadena televisiva: Netflix
Reseña: Ñoño Cool
Y ha llegado otra vez ese momento de revisar otra serie de Marvel en Netflix para su producto Defenders, y tal como hiciese con Daredevil quiero dejar claro desde un inicio el riesgo que estas significan y por qué su éxito en cuanto a calidad es tan importante para el MCU.
En el cine Marvel reina suprema como la productora de películas más populares actualmente – dejando a Star Wars de lado - desde hace ya casi una década, cada film que sacan puede no ser siempre de gran calidad pero su éxito comercial es innegable y ha formado un séquito de fans que religiosamente las ven una tras otra. Esto se debe a “La Fórmula Marvel” que consiste en historias de acción-aventura, bañadas en humor para todo público, héroes alegres y adorables que sepan bromear, con CGI predominando la acción, con un protagonista con mucha más pantalla que el villano para desarrollarse y sus planes siempre involucran algo gigantesco y destructivo; empaqueta todo en un ritmo rápido, un cameo de Stan Lee, una muerte falsa ocasional y estamos listos.
Es esta fórmula ganadora la que ha entregado el status actual al MCU y que con los suficientes giros y ligeras innovaciones mantienes feliz y contento a tu público objetivo ¿Para qué alejarte de lo que funciona y te da dinero? Ahí es donde entra Netflix.
Daredevil nos mostró un Marvel muy diferente al del MCU, que se aleja de su carta ganadora tomando lejos la apuesta más arriesgada en toda su carrera al lanzar un producto que es todo lo contrario a lo que la gente amaba del cine: un show donde el drama y el desarrollo de personajes prima, el humor si es que lo hay es sutil, con protagonistas profundamente dañados y fríos, un ambiente oscuro, sucio y realista, solo efectos prácticos de poco presupuesto, con héroe y villano compartiendo la misma cantidad de exploración, y el antagonista es mucho más complejo que un simple loco que busca poder ya que este si tiene motivo y personalidad definidas, todo a un ritmo muy lento para crear atmósfera en vez de adrenalina y con un tono derechamente adulto.
Es tan diferente al MCU que podría alienar a los fans con fuerza, pero por el contrario entregó variedad y atrajo aún más público. Y tal como Daredevil, Jessica Jones sigue ese mismo patrón demostrando que lo de Matt Murdock no fue un relámpago de genialidad que no puede caer dos veces en el mismo sitio, sino que piezas cuidadas de un mismo puzzle.
Y una de las grandes ventajas de “Jessica Jones”, serie basada en el comic “Alias” de Brian Michael Bendis y Michael Gaydos por sobre las normales de TV es la plataforma Netflix, donde no tenemos que esperar demasiado poder ver un episodio a la semana sino que tienen los 13 liberados al mismo tiempo y uno puede así experimentar toda la narrativa continuamente pudiendo sumergirse con mucha más efectividad en este mundo que con cortes comerciales y esperas largas semanales. Y gracias a que es una cadena privada de emisión, la censura a la violencia, sexo, y situaciones que exigía la trama no existe y te lo presentan todo muy crudo.
Jessica es interpretada por Krysten Ritter y como muchos héroes tiene dones únicos como súper fuerza, súper resistencia o la habilidad de saltar muy alto, pero a pesar de sus habilidades físicamente impresionantes, es mental y emocionalmente muy vulnerable ya que en su tiempo como heroína recibió una cicatriz enorme en estos aspectos cuando fue forzada a ser la novia de Kilgrave. Ritter como Jones es sardónica, divertida, ingeniosa, y fragil, su actuación está llena de sutilezas y mantiene un dañado carisma. Jessica Jones es el tipo de personaje que quieres que te proteja y al siguiente deseas ser tú quien la proteja a ella, es muy humana.
Usando control mental Killgrave mantuvo a Jessica en un estado de obediencia total por un largo tiempo, transformándola en un mero trofeo al que podía usar como algo que presumir, o como juguete sexual, siempre forzándola a sonreír para su agrado. Habiendo escapado de esa pesadilla ella encontró un nuevo trabajo en el que enfocar su mente para poder superar el trauma dejado por el demencial controlador: ser una investigadora privada. Ahora vive en su asquerosamente sucio y desordenado departamento lleno de agujeros, siempre borracha y hostil con todos, mientras pasa sus noches husmeando en las vidas de adúlteros y mentirosos para ganar dinero sumiéndose más y más en la oscuridad del mundo.
En las primeras escenas ella está lanzando un cliente molesto a través del vidrio en la puerta de su oficina, la destrucción de la única verdadera barrera entre ella y el mundo grande y malo que tanto la ha dañado. Lo que una vez decía "Investigaciones Alias " en la puerta se sustituye con un trozo de cartón estampado con las palabras "Frágil-Manipular con cuidado." Las palabras ofrecen tan buena una introducción como cualquier otra para el show y en especial el personaje que lo protagoniza. Jessica Jones merece ser manejada con cuidado, y como su historia avanza, poco a poco se abre a sí misma a las personas que sean capaces de hacer precisamente eso a pesar de que Jessica no es frágil en ningún sentido de la palabra.
En este estado de vida caóticamente nihilista, pone a prueba la lealtad de su amiga más antigua, Trish, que tiene un programa de entrevistas en la radio y es una ex estrella infantil sobreexplotada por su madre; ella también hace investigaciones para una abogada corporativa lesbiana muy bien interpretada por una fría como el hielo Carrie-Anne Moss que está pasando por un amargo divorcio de su esposa. Todos los personajes secundarios tienen muy buena química, son buenos actores y hacen correctamente cada una de sus partes, del únicos dos que puedo quejarme son una vecina de Jessica que vive en un piso diferente del edificio que es INSOPORTABLE una Jar Jar Binks más; y un policía que sin dar spoiler es dos personajes diferentes en uno y la transición entre ambos es muy mal manejada.
Ella se involucra con otro compañero de superhéroe, Luke Cage interpretado por Mike Colter, un personaje que es básicamente la versión masculina del objeto sexual que se la pasa con poca ropa y sirve para que la protagonista tenga sexo; aunque su carisma es innegable y es alguien con el que es fácil conectarse y apoyar. Lo que es importante ya que Cage será el personaje principal de otra serie original de Netflix en el mismo vecindario de Hell’s Kitchen el próximo año, donde también se mueve Daredevil. Se nota que Marvel planea un crossover a gran escala en la forma de The Defenders donde Jessica, Matt, Luke e Ironfist lucharán juntos, pero no te golpea en la cabeza con esto sino que lo sugiere muy sutilmente. Y Jones no es un pedazo de un equipo, sino que su ser individual en su propio derecho.
Killgrave por su parte aún mueve sus asquerosos dedos por la psique y la vida de Jessica, causando estragos. Sus crímenes son escalofriantes: no importa lo que diga, sus palabras se toman literalmente, obligando a las personas inocentes para apuñalarse a sí mismos, abandonan a sus hijos, nunca parpadear o matar a los que más amen. Pero siempre es Jessica que es su verdadero objetivo, sus crímenes destinados a enviar mensajes a ella, esa es la idea que Killgrave tiene de romanticismo.
“Te prometo que no te tocaré hasta que tenga genuino consentimiento” le dice David Tennant a Jessica interpretando al inquietante Killgrave, una frase que tiene muchos significados, todos ellos morbosamente crueles; él jura no dañar a una mujer que ya ha brutalizado hasta el cansancio; es un intento desesperado de enamorarla y demostrarle que su insana obsesión con ella es amor; es una amenaza ya que cree que su unión es inevitable lo quiera ella o no y que aunque no la fuerce a hacer cosas ella sigue bajo su control. Este villano es dueño de una brutalidad enorme a pesar de jamás poner una mano sobre nadie para dañarles físicamente.
La manera en cómo Killgrave trata a Jessica es algo que podríamos ver en libros y películas dedicados a audiencias femeninas, la del hombre irresistible que busca a una mujer en específico sobre todas las otras como en “Twilight” o la del maestro y la esclava, como podríamos ver en “Fifty Shades of Grey”; y eso es lo que él insiste en que está haciendo, quiere ser como ese vampiro o un millonario sadomaso ya que según lo que ha visto en la tv así es como se conquistan mujeres ahora, pero dado su completa incapacidad para sentir emociones vuelve el estereotipo actual en algo incluso aún más torcido.
Por esto cuando Killgrave se junta otra vez con Jessica nos enfrentamos a una de las situaciones que más de un espectador quisiera evitar ser puesto a analizar y experimentar: el concepto de violación y abuso sexual. Y como aquí se ocupa el control mental para realizarlo se vuelve aún más psicológico, casi una metáfora de la violencia doméstica, donde las mujeres son puestas en dinámicas que la gente fuera de la pareja no entienden, como las razones para quedarse dentro de una relación donde el hombre las golpea una y otra vez pero aún le aman, van contra su naturaleza porque confunden dependencia con amor.
Jessica es puesta en una situación similar pero nuestro abusador es a pesar de todas las cosas horrendas que hace, muy carismático y te cae bien dado como Tennant construye las multiples capas en este personaje, es un sádico cruel con un sentido de grotesca inocencia de niño trastornado, y al jamás haber experimentado sentimientos reales confunde su obsesión con amor. Es alguien que desea por sobre todas las cosas a Jessica solo porque es la primera persona que se le ha negado, y por eso quiere que lo acepte por su propia voluntad, los deseos y pensamientos de Jessica son solo obstáculos en su camino, no cosas a tener en consideración. Incluso no admite que forzarla a tener sexo con él fue algo malo, sino que cambia el tema y dice que su capacidad de obligar a la gente a hacer lo que desee es una maldición y es él quien debe ser objeto de lástima.
Por esto podría resumir la serie en que es la historia de una heroína lentamente emergiendo de un periodo de abuso, reconstruyendo su vida y superando un trauma que la corto del mundo mientras aprende a encontrar lo peor del mundo para poder sacar lo mejor de sí misma; es algo que apenas y tiene escenas de acción y todo es más diálogo y sentimientos que peleas, aunque estas tienen sus momentos de aparición.
Entre los problemas es que me tomó mucho tiempo para interesarme en el show, y que la trama completa no funciona en 13 episodios cuando perfectamente se pudo contar en 7, lo que es una falla dado que no solo es una serie lenta sino que se hace más larga de lo que necesita. Esto y dos personajes que no me terminaron de convencer… más allá de eso creo no tengo dramas con Jessica Jones, pero el tema de la duración demasiado prolongada es un problema muy grande y que me impide amar la serie y que solo me guste.
Jessica Jones es una serie que si bien tiene sus fallas, es un gran producto, y demuestra que Netflix es una plataforma perfecta para presentar series basadas en desarrollo de personajes. Su trama es oscura, sucia, inquietante cada vez que Killgrave aparece involucrado, con una protagonista muy interesante que se mueve por los corredores oscuros del Universo Marvel, y con un villano repugnantemente fascinante. Si tengo que compararla a Daredevil creo que me quedo con la del ciego, pero como show independiente es algo que vale todo tu tiempo de experimentar a pesar de que se alargue un poco. Es una gran forma de conocer a una personaje que incluso para los fans de comics puede resultar desconocida y otro gran paso en el puzle que Netflix y Marvel están armando.
7.5/10
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