DINASTIA DE M
Editorial: Marvel Comics
Título original: “House of M”.
Fecha de publicación: Julio de 2005 a Enero de 2006.
Autor: Brian Michael Bendis.
Arte: Olivier Coipel - Tim Townsend - Frank D’Armata.
Reseña: El buen Ñoño Wise.
No sabía muy bien qué reseñar ahora, en el review número 8 que realizo para este maravilloso blog. No porque falte material -todo lo contrario-, sino porque es difícil hacer un orden de lectura cuando hay multitud de autores trabajando en sus líneas y colecciones particulares. Así, la gran duda era si debía reseñar primero Los Nuevos Vengadores del #11 al #15 o “House of M”. Finalmente, decanté por la segunda debido a razones que explicaré más adelante, cosa de no estropear con spoilers este potente evento marvelita que sin duda marcaría a fuego la historia del Universo 616.
Vamos allá, a poner el “Wandazo” bajo el microscopio.
¿Recuerdan dónde quedamos con Astonishing X-Men respecto a Charles Xavier? No en buenos términos con sus otrora pupilos, el calvito estaba en Genosha al parecer acompañado de un amigo que había apagado todos los componentes electromagnéticos para facilitar su lucha contra Peligro. ¿Quién, oh, quién será? Por otro lado, en Los Vengadores quedamos con Vigía ya unido al equipo, aunque no plenamente operativo, y en lo relativo al amigo de Charles la última vez que lo vimos fue cuando apareció para llevarse a una Wanda inconsciente después de su batalla contra Stephen Strange en “Vengadores desunidos”.
Y aquí retomamos. Charles está intentando ayudar a Wanda en Genosha, a petición del mismísimo Magneto, pero las cosas no marchan muy bien para el telépata más poderoso del mundo entero. Así las cosas, se empieza a gestar una reunión masiva pero discreta en la Torre Stark, que aún no es públicamente la guarida de los Nuevos Vengadores. Se solicita la presencia de miembros antiguos como Falcon, Ms. Marvel y Wonder Man, además de otros actores involucrados como los X-Men, quienes llegan con sus atuendos y formación tal como la concibió Joss Whedon. A su llegada se encuentran al equipo completo de Nuevos Vengadores (excepto Jessica Drew, vaya a saber por qué), al Dr. Strange, a Hank Pym como Yellowjacket, a Wasp, a Hulka… y a Charles Xavier en el medio.
Como algunos de ustedes saben, no me gustan los spoilers, así que de momento me limitaré a contar algunos detalles de lo ocurrido en los dos primeros números del arco central, y nada más. El motivo de esta increíble reunión (bastante parecida a la que vimos cuando Bob Reynolds perdió el control y El Vacío apareció) es a causa de que Xavier ya no puede contener a Wanda por mucho más tiempo, y busca consejo de todos a quienes conoce y en quienes confía. Para Emma y Logan la solución difícil pero real es matarla antes de que pase algo horrible. El Capi, Scott y otros se oponen terminantemente a considerar siquiera la opción. Al final, lo que se decide es visitarla y ver su estado con los propios ojos, y así Vengadores y X-Men (más compañías agregadas) viajan a Genosha. Allá, Erik intenta calmar a Pietro, quien está convencido que la visita tiene como objetivo matar a Wanda.
“¡¿Y qué querrías que hiciera?!”
Una vez en la isla, de la nada Xavier desparece y el pánico empieza a cundir. Iron Man advierte a todos que si se sienten raros de algún modo, que lo comuniquen antes de que sea demasiado tarde. Emma logra localizarlos en un edificio, aunque la armadura de Stark, los hechizos de Strange o el sentido arácnido de Peter no detectan amenaza alguna. De pronto, unas puertas comienzan a abrirse… y todo se vuelve blanco.
Despertamos en un nuevo mundo. Los mutantes abundan, y la minoría mirada en menos son los “sapien”, salvo honrosas excepciones. Scott y Emma son una pareja ordinaria, y ella ayuda terapéuticamente a un pequeño Franklin Richards por la muerte de sus padres. Stephen Strange es psicólogo, y trata a un difícil paciente: Robert Reynolds, quien alucina con el rapto de su hijo por parte de un muro de oscuridad. Un viejo llamado Steve Rogers recibe su correspondencia en el Bronx, como cualquier anciano. Peter Parker, famoso luchador y actor de cine (al más puro estilo de The Rock) se encuentra felizmente casado y con un pequeño hijito. Hank Pym y su tocayo McCoy trabajan en Stark Industries y el primero está convencido de haber aislado el Gen X. Ororo Munroe se prueba un hermoso vestido confeccionado por la talentosa modista Janet Van Dyne, y nadie parece darse cuenta de este gigantesco cambio. Excepto un hombre que despierta de una pesadilla en la cual era torturado bajo el agua y emerge de ella con garras de metal. Su compañera de cama es una sorpresa gigante para él (y para nosotros los lectores), y al huir para tomar un poco de aire se da cuenta de dos cosas: primero que está en un helicarrier; y segundo, que el panorama en el exterior es un espectáculo que deja sin respiración.
“Say whaaaaaaaaat?!”
A la vieja usanza, este evento sí que fue transversal, y tiñó con sus colores a prácticamente todas las colecciones que la casa de las ideas estaba lanzando en ese momento. Por lo mismo, “House of M” tiene decenas y quizá hasta cientos de potenciales tie-in, algunos nada relacionados al arco central pero de buena calidad; otros más imbricados en el devenir principal de los hechos pero no tan buenos. Entre algunos nombres que destacan, está el trabajo de Mark Waid en “Spiderman - House of M”.
No obstante, y a diferencia de los eventos de otrora como la infumable “Onslaught”, el evento actual puede ser perfectamente comprendido al leer el arco central y nada más. Los tie-in son sólo complementarios, y tal como ya señalé la mayoría sobra y otros pocos realmente aportan. Tenemos a “Hulk - House of M”, “House of M - Civil War” (en el que se cuenta la historia de la llegada al poder de la casa de Magnus), “House of M - Avengers”, “Iron Man - House of M”, “Wolverine - House of M”, “Mutopia X” y así un larguísimo etcétera. Si le preguntan a vuestro servidor, yo recomiendo leer sólo el arco central, y si quieren agregar tie-ins, los mejores son los ya nombrados de Spidey y Fantastic Four, además del único número de “Captain América - House of M” cuya numeración USA corresponde al #10. Aquí Brubaker hace una demostración magistral de cómo aprovechar bien la posibilidad de soñar, y echa a volar la imaginación en medio de un run buenísimo, para desmarcarse totalmente de la obra previa innovando y logrando algo de gran calidad literaria. Otro tanto de menor factura pero al menos entretenido es el arco de Iron Man.
¿Cómo quedarían las cosas, entonces? ¿Se pueden leer en cualquier momento? ¿Todo junto al final o primero los tie-in y después el arco central? Tranqui, que la solución está aquí:
1. House of M #01.
2. House of M #02.
3. House of M - Spiderman #01.
4. House of M #03.
5. House of M - Fantastic Four #01.
6. House of M - Fantastic Four #02.
7. House of M - Iron Man #01.
8. House of M #04.
9. House of M - Spiderman #02.
10. House of M - Iron Man #02.
11. House of M - Fantastic Four #03.
12. House of M - Spiderman #03.
13. House of M - Iron Man #03.
14. House of M - Spiderman #04.
15. House of M - Spiderman #05.
16. House of M - Captain America #10.
17. House of M #05.
18. House of M #06.
19. House of M #07.
20. House of M #08.
Así quedaría un orden de lectura con tie-ins complementarios de mediana calidad. Si quieren saltarse algunos por flojera, descarten Fantastic Four e Iron Man, pero conserven a Spidey y al Capi. Ambas historias nutren de componente dramático a una historia principal que quizá Bendis no supo fraguar a cabalidad en dicho aspecto.
Vamos al análisis del argumento y de la trama. Aquí, en este evento tan trascendente, tengo que necesariamente soltar spoilers así que propongo lo siguiente: marcaré con tres asteriscos el comienzo de unos malvados párrafos llenos de información vital y potencialmente destructiva para quien no haya leído la obra, pero marcaré su fin de igual forma para que se sepa que de ahí en adelante todo vuelve a la normalidad (pun intended).
***
Si vamos a tirar spoilers, partamos fuerte de inmediato: las razones editoriales para la existencia de “House of M” eran claras. Joe Quesada (el jefazo de Marvel. Shit, “Don Marvel” para nosotros) ya había dicho que a los X-Men les hacía falta ese componente de minoría perseguida, y el “Wandazo” fue la oportunidad perfecta para alcanzar un leit motiv que duró años y años en el grupo de héroes mutantes. Si me preguntan a mí, fue una idea acertada, pero si me siguen preguntando quizá podría haber pensado en otra forma de lograrlo. Además, otro cambio editorial deseado desde hacía buen rato en la resurrecta casa editorial era la devolución del peso argumental desde los X-Men hacia Los Vengadores, ya que la franquicia mutante venía siendo la responsable de los hechos que removían a la Tierra-616 (y las ventas). Con esto, el slogan de “Los héroes más poderosos de la Tierra” se quedaba sólo en las palabras, y la presente obra fue la encargada de iniciar -o de seguir, si tomamos como inicio a Avengers Disassembled- este traspaso.
Así y todo, “House of M” y las tres palabras más famosas dichas por personaje de comics alguno son una piedra angular y un punto de inflexión absolutamente necesario de leer para cualquiera que desee entender el devenir del Marvel actual y reciente. No se concibe un entendimiento real de “La Cruzada de los Niños”, de “Complejo de Mesías”, de “Advenimiento” o de “Avengers vs. X-Men” si no se ha leído primero esta saga. Ese es el punto alto del evento que hoy reseño para ustedes: la trascendencia. Consecuencias que no se deshicieron en 6 meses. Otro ejemplo puesto con calzador pero no por eso menos interesante es el hecho de que gracias al jugueteo de Wanda con la realidad Logan recupera todas, pero absolutamente todas sus memorias. Ya no más vacíos en la mente de Wolverine.
Otros aspectos a destacar son la sorpresa argumental de un Quicksilver responsable del mundo alternativo, y no la respuesta obvia de cualquiera que intentase adivinar: Magneto. Además, los trasfondos psicológicos revelados en cada personaje, ya que cada uno de ellos obtuvo lo que más deseaba, aunque en orden jerárquico. Esto nos habla de los más íntimos anhelos y preferencias de nuestros personajes: Peter está casado con Gwen (ouch, MJ), es padre, Ben y el capitán Stacey están vivos, etc. Logan es miembro de S.H.I.E.L.D. y se halla en un grupo de pertenencia sólido, con una misión. Y así con todos. Hasta la misma Wanda, quien se puso a si misma tras el trono, en la compañía de sus dos hermanos, sin poderes y -por supuesto- con sus dos niños. El verdadero deseo de su corazón, reflejado en la imagen que abre esta reseña. Otros son algo más crípticos, como el caso de Hank Pym, quien al parecer se puso a sí mismo en una posición compleja, luchando por revelar al mundo un descubrimiento genial, como si un camino fácil no le resultara agradable. ¿No será que lo que Bendis nos quiere decir es que Pym siempre quiso reconocimiento más allá de las consecuencias, a modo de explicar su tozudez en la creación de Ultron? Y lo del orden jerárquico lo digo por Dr. Doom, que reina Latveria con una madre viva, una antorcha humana como hijo, un “Thing” como mascota y una esposa con poderes psicokinéticos. Si correlacionamos este escenario con el status actual del dios Doom en Secret Wars, vemos algunas correspondencias potentes. Pero el deseo de usurpar aún más poder está presente, y en otros tie-in como el de Hulk o el de Avengers vemos descontento en un mundo que supuestamente entrega en bandeja de plata deseos como el genio de la lámpara.
El problema viene cuando tu deseo es resistir. Los problemas ocurren cuando tu deseo es despertar. El viejo dicho de tener cuidado con lo que se desea porque puede hacerse realidad, graficado en un mundo inventado que no podía tener otro destino que caerse a pedazos, cual Matrix. Wanda no lo vio venir.
A pesar de estas cimas, la saga tiene varios puntos bajos. La historia a poco andar revive a Hawkeye, que no duró muerto ni medio año, lo que es una soberana lata. Por supuesto, hay quien dice que aquí Bendis corrigió un tremendo error, ya que la muerte del personaje en “Desunidos” fue bastante triste y poco digna de su trayectoria. Si miramos sus actuaciones en eventos venideros, la colección de Hawkeye en Marvel Now! y su participación en los Avengers de Hickman -especialmente durante los tie-in de Original Sin- se puede decir que fue acertada su vuelta a la vida. Pero de chiripa. Igualmente, en este evento se empieza a notar que el fuerte del escritor no es el desarrollo coral de un grupo humano. Le cuesta distribuir diálogos y acciones entre todos los participantes de su obra. Sin embargo, zafa por un pelo y al final lo logra.
***
Los puntos más altos, si argumento y trama se quedan un poco en deuda, recaen en el arte. El dibujante Olivier Coipel se luce tratando de llevar a imagen las loquillas ideas del autor, y logra con creces comunicarnos bien lo que ocurre. Si a eso le sumamos un entintado más que correcto y unos colores increíbles a cargo de un nombre célebre en el rubro como lo es el de Frank D’Armata, todo el evento es visualmente muy agradable. Encima de todo, las portadas recayeron en un nombre muy mentado hoy por hoy: Esad Ribic. En definitiva, un coctel visual imperdible.
Resumiendo, un evento entretenido y que se deja leer. Menos mal, porque es importante hacerlo. Para un fan de Marvel, un imperdible. Por eso yo lo tengo entre mis tesoros.
Y después, ¿qué? Será menester echar un ojo a las consecuencias. Por un lado, el landscape “Decimation” (traducido al español como “Diezmados”), que nos mostrará sobre todo las consecuencias para nuestros queridos X-Men, y por otro lado los números restantes de “Nuevos Vengadores”, en especial el arco llamado “El Colectivo” que pronto reseñaré.
7,6/10