EL AMANECER DE LOS JEDI
Editorial: Darkhorse Comics
Fecha de Publicación: 2012
Guionista: John Ostrander
Dibujante: Jan Duursema
Estado actual: NO CANON
Reseña: Ñoño Cool
¡RESEÑA NÚMERO 150! Oh si, ya llevo 150 de estas cosas desde que llegué al blog con mis opiniones sobre "Superman Red Son". Durante ese tiempo he subido más que reseñas de comics, sino que también de tv, películas, parodias e incluso una lista de recomendaciones; se que es un número muy pequeño de colaboraciones si las comparamos con otros de los que aportan al blog hace años ya, en especial comparado con lo que Keanu, Negativo o el mismo Arsenio han entregado, pero aún así el ver que llegué a una cantidad como esta me hace sentirme partícipe de un blog tan genial en contenido como en lectores.
Por lo que para celebrar más de 15 decenas de reseñas haré lo mismo que hago cada vez que golpeo 50 más: revisar un Elseworld o una historia fuera de continuidad que reimagina personajes famosos al ubicarlos en nuevos contextos en forma de one shots o miniseries para dar rienda suelta a su creatividad. Pero en esta ocasión no veremos mezclas de El Señor de los Anillos con la Liga de la Justicia, Superheroes en el viejo Oeste, Superman criado por Darkseid, la Liga de la Justicia en el Japón feudal lleno de samurais, ni nada de eso... más que nada porque no tocaré un comic de DC.
Se que Elseworld se encuadra a la editorial del kriptoniano, la amazona y el murciélago, pero me dieron ganas de expandir el alcance de estas celebraciones, tocando los What If? de Marvel así como el difunto Universo Expandido de Star Wars, que ahora con la compra de Disney que ha creado un nuevo canon, ha pasado a ser unas historias fuera de continuidad que encajan en los parámetros. Y por esto en esta ocasión revisaremos el origen de los Jedi, Sith y como las criaturas aprendieron a conectarse con la Fuerza y usar sables lasers.
Oh Star Wars, este universo tan vasto y enorme que ha dado para dar rienda suelta a la imaginación no solo de George Lucas y Lawrence Kasdan, sino que para cientos de otros autores que crearon una amplia variedad de creaciones, como libros infantiles, novelas juveniles, novelas adultas, tebeos de todo tipo, videojuegos, series animadas, y un etc. gigantesco que abordan temáticas, personajes y hechos que las películas no. Qué lejos estamos de los años 70, donde nadie, y digo NADIE creía en George y sus ideas de llevar a la pantalla grande una épica historia espacial, ni siquiera el mismo Lucas pudo anticipar el impacto que iba a tener el film que tenía en mente. O tal vez si lo previó y por eso se quedó con todos los derechos de merchandising, secuelas y más porque todos creían que fallaría en taquilla, y en vez de eso se volvió una de las películas más influyentes en la historia del cine.
Y a pesar de que el UE es el más conocido de estas extensiones en los mitos de SW este ha tenido ya 3 encarnaciones: la primera etapa cuando estaba en Marvel donde no era conocido de ninguna manera sino que meramente como "comics sobre Star Wars", la segunda etapa cuando pasó a Darkhorse y la que más fama y duración ha tenido siendo conocido como el Universo Expandido oficial por varias décadas incluyendo comics, novelas, videojuegos y mucho más; y ahora la tercera y actual etapa de vuelta en Marvel - dada la compra de Disney - donde recibe el nombre de Nuevo Canon o Canon real, ya que las dos primeras etapas jamás fueron reconocidas como oficiales por nadie más que los fans, en cambio ahora esta ultima si lo es.Por esto, me adentraré en la segunda y más larga etapa de las encarnaciones no oficiales de SW para ver que tiene que ofrecernos.
El cosmos y mitología de SW es tan vasta y rica que no importa el periodo donde nos encontremos, podremos explorar algo interesante que seguir y aprender. Por esto para esta trilogía donde nos cuentan cómo nace el universo gobernado por la Fuerza dominada por Jedis y Siths, nos situamos 36 MILENIOS antes de la destrucción de la Estrella de la Muerte en la batalla de Yavin por manos de Luke Skywalker.
“Amanecer de los Jedi” es una historia en 3 tomos que nos habla de los Je'daii y del choque de los dos lados de la Fuerza, retrocediendo en la cronología lo máximo posible para poder arrojar algo de luz sobre una de las épocas más misteriosas en una galaxia muy, muy lejana.
En la primera parte conocida como “La Tormenta de Fuerza” nos presentan el mundo y las reglas de este a desarrollar en la serie. Nos muestran época tan antigua donde no existían los viajes hiperespaciales, la Antigua República no daba ni sombras de existir, los sables de luz no se habían inventado, el concepto de Jedi no existía, todos los habitantes consientes del universo saben de la Fuerza y tienen esbozos de lo que es capaz pero no la conocen a fondo realmente, por esto civilizaciones completas están aprendiendo a dominarla y convivir con ella de la manera más armoniosa posible. Esto da origen a la Orden Je’daii, compuesta por filósofos, científicos y otros seres especialmente sensibles a lo largo de la galaxia, que buscan un perfecto equilibrio entre ambos extremos de la Fuerza.
Aquí nos muestran que los Sith fueron una raza de humanoides de piel roja nacidos en el planeta Korriban, que tenía una enorme sensibilidad simbiótica hacia el lado oscuro de la fuerza, pero sin embargo sus mejores guerreros eran entrenados por los ancestros Je'daii para un verdadero balance explorando los poderes al máximo de ambos lados. Estos sith eran guerreros feroces y poderosos basados en castas como una mezcla de las sociedades hindúes y egipcia, entregándose a las sombras pero jamás dejando de lado la luz para no perder su equilibrio como Je'daii.
Los Señores Oscuros son denominados Sith Lords porque terminaron invadiendo al planeta Korriban donde habitaban los sith y aprovecharon su conexión con el lado oscuro para tentarles y unirse con ellos para crear un ejército más fuerte desde esa raza, y exterminar a la gran mayoría de disidentes a sus órdenes; a tal punto que millones de años después son muy pocos los que saben que los sith fueron una raza aparte y muy diferente de los que ahora llevan su nombre al alimentarse de su conexión simbiótica con el Lado Oscuro.
Volviendo a nuestro tebeo, tenemos maestros del lado oscuro conviviendo en armonía y enseñando sus habilidades a los más en tono con el lado luminoso, y viceversa, no habían códigos morales definidos, y ninguno se cree dueño del verdadero camino sino que todos aprenden lo que más puedan del otro, todos habitando el planeta Thyton. Pero la armonía se verá destrozada por la llegada del letal del imparable e invencible Imperio Infintio de los Rakata, quienes dominan el lado Oscuro mejor que cualquier otra raza, poseen un extraño sable que no tiene hoja metálica sino que un láser de luz saliendo del mango y esclavizan seres sensibles a la Fuerza para cazar planetas habitados. Ellos enviarán un guerrero llamado Xesh, uno de sus esclavos guerreros con una extraña conexión al Reveso Tenebroso especializado en husmear a seres sensibles como él y entregarlos al Imperio.
En el segundo tomo titulado “Prisionero de Bogan”, seguimos a Xesh hasta el planeta Bogan, uno de los satélites de Thyton junto con Ashla. Él será recluido en este lugar debido a que los maestros Je’daii no saben cómo controlarle o qué diablos hacer con él. Este es un mundo donde la luz del sol no brilla y donde cada Je’daii que se sume mucho en la oscuridad es enviado para que encuentre nuevamente su equilibrio; esto porque el mundo estee, mira directamente al planeta Ashla que se encuentra en el cielo, donde siempre es de día, y así mediante meditación entienda que la dualidad es necesaria para el equilibrio. Los Je’daii que se sumen demasiado en el lado luminoso por su parte son encerrados en Ashla y ven en el cielo a Bogan para que aprendan lo mismo. Estos planetas son esenciales y parte clave del mito de la Fuerza en SW, ya que en el Universo Expandido el lado Oscuro era llamado Bogan y el Luminoso Ashla en honor a estos.
En la prisión de tinieblas Xesh pronto se encontrara con Daegen Lok, otro convicto que fue encerrado allí hace años por la Orden debido a que le tomaron por demente dado que comenzó a tener visiones de un futuro apocalíptico. El arma de Xesh, esta extraña espada que utiliza la Fuerza para crear una hoja laser – antepasada de los sables de luz – era parte esencial de las visiones de Lok, por lo que este manipula a Xesh para huir del planeta y formar un ejército para detener el fin del mundo y de paso demostrarle a la Orden Je’daii que siempre tuvo razón y por esto merece ser su líder incuestionable. El problema es que todo lo que él hace para detener el apocalipsis son las acciones que terminan desatándolo, pues dan lugar a la brutal guerra contra el Imperio Infinito profetizada por él.
El tercer volumen de la historia nos pone en mitad del conflicto entre ambos bandos, y donde Xesh deberá decidir a cuál de estos apoya mientras él y Daegen Lok dirigen a los ejércitos Je’daii contra los imparables Incursores de Carne, versiones mutadas de los Rakatas creados con el único fin de ser guerreros imparables e invencibles especialmente creados para asesinar seres que dominan la Fuerza.
El dúo de John Ostrander y Jan Duursema han sido una de las mejores cosas que le pasó a la saga galáctica en lo que a tebeos se refiere, ya que su relación simbiótica en guión y dibujo produjo unas de las cosas más memorables como la magnífica SW: Legacy u otros comics que dejaron su huella profunda en el Universo Expandido. Por eso estaba interesado en qué sería lo que nos entregarían aquí… y es bastante interesante aunque no vive totalmente a su potencial.
El inicio en Tormenta de la Fuerza es tibio permite que los no iniciados en SW puedan digerir el tebeo de manera fácil, pero comienza con una serie de combates que toman demasiado espacio y cortan el desarrollo de personajes; lo bueno es que tenemos una atmósfera de misticismo y una sensación de descubrimiento interesante.
Cuando llegamos al segundo tomo eso sí, las cosas se ponen al alto nivel que Ostrander nos tiene acostumbrados. Tiene todo el espíritu de la saga espacial, un sentido de aventura enorme, una caracterización y desarrollo de personajes correcta pero no demasiado amplia, incluidos varios Siths que se nos hacen muy carismáticos. Xesh es un protagonista que se hace fácil de seguir debido a sus dudas morales, autodescubrimiento como persona, y su re-conexión con sus sentimientos para demostrar que es más que una máquina de matar y si un ser de carne y hueso; su viaje de aprendizaje para ser un héroe es casi como un Luke Skywalker del Lado Oscuro; aunque claro... jamás llega a ese nivel de conexión e interés con el lector/espectador que el Jedi interpretado por Mark Hamill. Lo que le puedo sacar al guión de este segundo tomo es que Xesh y su interés romántico Shae Koda no tienen la suficiente sustancia para ser memorables como Nomi Sunrider o Ulic Qel-Droma, personajes también miembros del UE que aparecieron en los comics; esto porque nuevamente las excesivas escenas de acción, que podrían alejar al lector menos interesado en la trama.
En el tercer tomo la trama se va haciendo más compleja, interesante y se ahonda en la historia y la mitología de la Fuerza. Sus personajes se hacen más y más carismáticos a pesar de ser algo estereotípicos, la acción esta vez no entorpece sino que ayuda y me hace tener ganas de verlo todo en una película animada o una serie de Netflix.
El dibujo de Jan Duursema comienza bastante débil, porque sus personajes lucen muy estáticos, algo desproporcionados y con narrativa visual poco trabajada; pero mejora a medida que avanza sus trazos se acomodan más, y llega al nivel que siempre ha mostrado tener; tal como Ostrander, a ella le cuesta un poco calentar motores antes de partir con “fuerza” y lucirse. Me gustan varios diseños de sus personajes como el que le da al guerrero Sith Sek'nos Rath, y número a número sus composiciones se hacen más notables. Nunca llega a las alturas que tuvo en Legado, pero si se defiende bastante cuando ya dibuja con ganas en vez de piloto automático.
El mayor drama con e tebeo en general es como termina. Pero esto no tiene que ver con el guión realmente, o completamente mejor dicho. Porque "Amanecer de los Jedi" tuvo desde un inicio un problema editorial asechando desde las sombras ya que mientras la colección todavía estaba en marcha se anunció el cambio de manos del dueño de Star Wars: pasó de George Lucas a la corporación Disney, y por ende, Dark Horse tuvo que entregarle la batuta a Marvel en cuanto a publicación cómics.
Darkhorse tenía planeado que esta aventura durase muuucho más y que se extendiese como serie indefinidamente para poder establecer perfectamente las bases de su universo y como los Jedi y Sith se dividieron desde los Je’dii, explorando más a sus personajes, situaciones, planetas y mucho más; pero no pudimos ver esto y todo fue cortado de golpe dejando muchas preguntas en el aire. No nos entregó un mal final, ya que los villanos tuvieron lo que se merecían, los héroes triunfaron y las cosas lograron volver a la paz; pero no era lo que esperaba y el final que se merecía. Es como si me dijeran que SW termina luego de Episodio IV y no me dejasen ver El Imperio Contraataca y Regreso del Jedi, se nota que aquí había más que contar y no se pudo.
La lucha entre la Orden Je’daii y el Imperio Infinito de los Rakata visto aquí no fue nada más que la primera batalla en un conflicto que sería conocido como las Guerras de la Fuerza, que terminarían con los seguidores de Ashla y los de Bogan enfrentados entre sí. Si la serie hubiese continuado en vez de ser cancelada hubiésemos visto a la facción oscura liderada por Daegn Lok contra el resto de los Je’dai batallando por 10 largos años y como los Ashla vencen y se transforman en los Jedi que sirven exclusivamente al lado luminoso de la Fuerza, abandonando Tython y estableciéndose en el planet Ossus. Finalmente accederían unirse a la República Galáctica como sus guardianes, y el planeta que dio origen al control de la Fuerza se volvería una leyenda, visitado por Darth Bane miles de años en el futuro. ¿Cómo se esto? Pues por el juego The Old Republic, la novela complementaria “Into the Void” de Tim Lebbon y la guía “Jedi vs Sith”. Una lástima que todo esto jamás pudiese salir publicado y desarrollado en forma de tebeo porque prometía mucho.
Al final, la historia no es ni de broma cercana al nivel del clásico "Tales of the Jedi" (Relatos Jedi) en cuanto a guión y dibujo, pero en cualquier caso, no deja de ser una historia del UE bastante rescatable, sobre todo porque explora un periodo jamás tocado por otros guionistas antes de esto. Me llega a dar pena acordarme que esta historia junto con otras novelas, comics y más ya no son canon sino que meramente algo fuera de continuidad que ya no cuenta para nada; pero eso no quita que se le pueda dar una leída y disfrutar; ya conocen sus problemas y virtudes, así que vean por ustedes mismos si “Amanecer de los Jedi” es algo para ustedes.
7/10
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