LEGIÓN
Editorial: Ivrea (español) / IDW Publishing (Ingles)
Fecha de Publicación: 2006
Guionista: Salvador Sanz
Dibujante: Salvador Sanz
Reseña: Ñoño Cool
El Apocalipsis. Sin duda una de las cosas que más llama la atención del ser humano, pues el día del juicio final ha sido representado en cientos de formas diferentes desde en comics, televisión, cine, literatura de fantasía, ciencia ficción o aventura con muchísimos autores tocando el tema donde la humanidad llega a la extinción completa.
Entre los más famosos está el de los desastres naturales, como una reacción volcánica en cadena, mega terremotos, etc; un virus incontrolable que nosotros mismos lanzamos a la atmósfera y nos acaba en meses o semanas; la clásica guerra nuclear que hace todo inhabitable; Godzilla u otro monstruo oculto que resurge y barre el piso con nosotros; zombies hambrientos de cerebros; otra raza reemplazando la nuestra como la dominante, como por ejemplo simios liderados por César; plantas que lanzan vientecito cariñoso que nos obliga a suicidarnos como cree M. Night Shyamalan; máquinas que se alzan y nos hacen pedazos usando Terminators o usándonos para ser parte de la Matrix; alienígenas que nos invaden y conquistan usando tecnología superior; Dios mismo desata su ira bíblica sobre los pecadores; o criaturas interdimensionales que nos visitan para patearnos el trasero. La lista sigue y sigue. Incluso tenemos incluso más escenarios post-apocalípticos, donde la humanidad sobrevive a duras penas la extinción y tiene que vivir en un mundo diferente al acostumbrado.
En el caso de “LEGION”, historieta creada por el dibujante y guionista argentino lleno de talento Salvador Sanz, se va por el lado interdimensional. Su novela gráfica del año 2006 fue publicada originalmente en Argentina y España por la editorial Ivrea, y luego pasó por IDW Publishing para que traducida al inglés llegase a USA y los países angloparlantes. Sanz sin duda es uno de los creadores completos en la industria comiquera al que hay que poner mucha atención, pues con su “Desfigurado” nos trajo la Matrix antes de que la película siquiera tuviese guión escrito, “Nocturno” nos pone en una historia media Kafkiana llena de exquisita atmósfera donde un hechicero transforma gente en pájaros gigantes, y “La Llamada de Cthulhu” nos muestra su propia visión de los mitos lovcraftianos.
Aunque Legión fue el comic que transformó a Sanz en un nombre a tener en cuenta en el panorama latinoamericano de la historieta, dado su estilo visual y narrativo particularmente único, en especial los detalles trabajados y el uso del color perfectamente ocupado como recurso narrativo y simbólico que le entrega identidad propia a cada una de las viñetas en las que hace acto de presencia. En Legión es exactamente eso, el color, lo que gatilla todo; específicamente un color nuevo jamás conocido por el hombre nacido de la mano de la pintora Azul Cobalto: El Ultramal, que para uno es “amarillo frío”, “celeste borroso” o “violeta cálido” según a quien le pregunten.
Nuestros protagonistas principales son la pintora Azul, un músico metalero daltónico que posee la capacidad de sinestesia, una famosa escultora mucho más vieja que los demás, y un poeta que trabaja cuidando un edificio abandonado pero que no es demasiado bueno con las palabras. Y a pesar de que cada uno es un artista dueño de una expresión específica del arte, ninguna de estas se ve representada en las viñetas, no la melodía de nuestro guitarrista, no el color milagrosamente nuevo de Azul, no las obras de la escultora, o la poesía; pero son estas las que traen a los seres demoníacos a nuestro plano de la existencia.
Al ser un comic argentino ambientado en Buenos Aires, tenemos muchos lugares que la gente del país podrá identificar perfectamente, desde las calles, a los edificios, construcciones emblemáticas y más. Toda la ciudad normalmente llena de vida se transforma en algo oscuro, aterrador, que poco a poco se vuelve más grotescamente misteriosa e infernal, pero jamás pierde su identidad como Buenos Aires, y sientes incluso al final de toda la obra que esta ciudad sigue omnipresente ahí, a pesar de estar bañada en una lluvia de sangre y cuerpos muertos, con un rostro negro mirándonos desde el cielo.
Legión tiene influencias de Lovecraft y Borges muy claras y notables, aunque no son las únicas. Primero podemos ver las huellas del maestro del horror en que tenemos una amenaza monstruosa, horrorosa, grotesca e imposible de comprender con nuestros 5 sentidos, que nos hace pedazos ya que no tenemos oportunidad y media de poder hacerle frente a la oscuridad imparable mientras Buenos Aires cae presa del mal supremo; y el concepto de que un mundo hecho de arte puro que funciona como herramienta de destrucción quiere ocupar el planeta para transformar nuestro mundo en una realidad de expresión pura que es al mismo tiempo hermosa, interesante pero inhumanamente terrible; me suena a Borges en más de una manera. Además hay diseños muy parecidos de los Xenomorphos dando vuelta, y tintes de Hellraiser en el concepto de que hay algunos humanos elegidos que se les permite transformarse y adaptarse para llevar a cabo la labor de la Legión dejando cadáveres que jinetes recogen en bolsas como si fueran el camión de la basura limpiando la suciedad.
El dibujo es atrapante, expresando una hermosa fealdad llena de imaginación oscura que se desborda por todos los costados, los híbridos humano-animales, los cuerpos desmembrados utilizados como bloques para construir una escultura, gente vestidos con huesos y pieles a lo cavernícola satánico, y más. El detalle y sobretodo el uso del color es algo que le entrega un sabor único en lo que a la historieta argentina y latinoamericana se refiere.
Mi único problema es que los personajes son pobremente caracterizados para que la trama avance rápido y energéticamente, ellos son meros instrumentos para construir este cuento apocalíptico cuando podrían haber sido desarrollados lo suficiente y así hacer que el lector sintiese lo trágico de sus destinos muchísimo más cuando llegasen. Eso y que uno que otro diálogo no se siente natural o real, pero son los menos.
Me encanta el final triste y depresivo de Legión, con los protagonistas llorando desesperados o resignándose a su destino, es una conclusión tan desolada que corona toda la atmósfera reinante en cada viñeta, la humanidad y su futuro está perdida y no puedo pedir más… al menos en lo que a esta historieta se refiere. Sin duda un comic recomendado, échenle un vistazo y ojalá así puedan adentrarse un poco más en el trabajo interesante y diferente de Sanz el argentino.
9/10