Editorial: Top Cow
Año:
2003
Guion: Mark Millar
Dibujo: J.G. Jones
Reseña: Luis A. Navarrete Alache (Lana)
WANTED (o cuando Mark Millar quiso ser Garth Ennis).
Ambos son escoceses, ambos escriben comics y… bueno, eso es todo. Garth Ennis es un genio y Mark Millar es un talento que se le va la olla por querer ser provocador.
Para empezar, releí Wanted hace poco, de manera muy rápida cabe decir y un poco en contra de lo que recordaba, me divertí… o al menos, me reí varias veces, pero Wanted no era para nada el genial comic, que de alguna manera, recordaba que era. Ahora bajo estos puntos puedo decir que Wanted es (casi) una obra mala. No es derechamente un mal comic, de hecho, es divertido si es que es tu tipo de comic o si básicamente, conoces lo suficiente del mundo de superhéroes para pillar cada una de las referencias o bromas internas que tanto parecen excitar a su autor, del cual ya hablaremos en más detalle: Mark Millar. Y siendo sincero, Incluso sin conocer los misterios más profundos del lore de DC o sin haber leído el Ultimate de Marvel, por decir algo, es un comic divertido si lo lees sin pensarlo mucho y te dejas llevar por la violencia sin sentido y las constantes coprolalias. Entonces, ¿Cuál es el problema con Wanted? Primero vamos con lo bueno y veamos si es que en realidad hay alguno o es que simplemente, su humilde narrador resulto ser un llorón que no le gusto ver como se reían de su superhéroe favorito o algo por el estilo.
Los dibujos de JG Jones son geniales y por ende, las secuencias de acción, a pesar de tener a Millar bromeando sobre el pene de alguien cada dos paneles, son geniales, incluso se podría decir, cinematográficas (como le gustan a Millar) y en consecuencia, perfectas para el Millar desatado y exagerado que leemos en Wanted. Jones se luce y con un diseño de personaje, donde probablemente también, me imagino, tendríamos que agradecer a Millar, se basa claramente en celebridades como Halle Berry y Eminem (entre otros) para los protagonistas y obviamente, la ya repetitiva en este tipo de historias, la versión mala o versión fea de algunos de marca, y en este caso en particular, les toco a los villanos, especialmente los de Batman (que no es de extrañar, claro está), como por ejemplo, nos encontramos la versión “mala y fea” o más bien, “más mala y fea” de Clayface, y estamos hablando, ni más ni menos, que de: Shit-head. Los que se manejen en el inglés y conozcan al ya mencionado antagonista de Batman, pueden imaginarse que es lo que diferencia al uno del otro y de paso el tipo de comic que tenemos en frente.
Ahora, por supuesto, lo más importante. El guion, la narrativa, o simplemente, la historia que se trae entre manos Mark Millar. Sí, Millar, el que siempre intenta vender sus cómics como si fueran películas antes que comics. Y si, Millar, el mismo talentoso que escribió grandes obras como Red Son, Old Man Logan, Starlight y el primer volumen de Kick-Ass, para no irnos a trabajos tan antiguos, ni mucho menos, mencionar algunos de sus más nuevos proyectos junto a… ¿Netflix?
Bueno, para no divagar más, en Wanted, tenemos a nuestro protagonista: Wesley Gibson. Un hipocondriaco y perdedor a tiempo completo, que narra tipo Tyler Durden la gran oportunidad que un día recibe gracias a la repentina muerte del más grande supervillano de la historia quien resulto, convenientemente, ser su padre. Y de aquí en adelante, comienza la violencia, los insultos gratuitos y el desenfreno.
Y realmente no hay problema con eso si es que lo haces de buena forma, como lo haría un buen escritor (e incluso el mismo Millar si se lo propone), como por ejemplo, un guionista del cual Millar, sin duda, se ha inspirado para muchos de sus trabajos, especialmente los que tienen que ver con la sátira y critica al mundo de las capas: Garth Ennis. Dos autores que parecieran tener mucho en común… y, de hecho, sí. Violencia, sexo, una relación amor/odio con los superhéroes. Pero entonces, ¿dónde es que divergen? Y lo primero que se me viene a la mente, es el tono. En ese aspecto, déjenme hacer un pequeño ejercicio en donde creo que queda claro: Ennis es un adulto y Millar es un adolescente. Ennis es Los Siete Magnificos y Millar es… el remake de 2016. Ennis es The Sopranos y Millar es... Game of Thrones. Ennis es Hitman y Millar es… bueno, Wanted. Ya saben, el típico de las madres: “No por hacer cosas de adulto ya eres un adulto.” Estoy seguro que se entiende.
Y eso no es todo, Ennis, incluso en sus obras más salvajes o vulgares como Crossed o The Pro respectivamente (y ni hablar en sus obras maestras) tiene toda esta coprolalia, sangre y escenas grotescas en todos los sentidos posibles, pero hay espacio y tiempo para humanidad y emoción por montón e incluso, en el mejor de los casos, para poesía o amor, y todo esto de la mano a sus entrañables personajes principales. En cambio, en la prosa de Millar, o al menos en la de Wanted para no ser hipócrita con sus buenos trabajos, no hay tiempo para desarrollo de personajes, no hay tiempo para una despedida emocionante, no hay tiempo para poesía, y ni siquiera te pido tanto, al parecer no hay tiempo ni espacio para una trama que sea un poco más que tan solo coherente, solo un poco más. Al parecer las bromas de materia fecal, las peleas con coreografía y el nihilismo barato son demasiado importantes, o quizás, solo son demasiado. La línea ente sátira y glorificación es tan delgada que ni siquiera se sabe si es que esta allí.
Antes de saltar a la conclusión creo que no podría haber una reseña de esta obra sin antes mencionar su final. Un final que, o tira todo por la borda (aunque no es mucho la verdad) o es “el más valiente y rupturista” alguna vez escrito. Un final, para mí, tan horrible, tan rápido y forzado que es casi como una justificación para toda la mierda (divertida o no) que te mostraron antes o de plano, es el mayor insulto que ha alguna vez he recibido como lector. De hecho, diría que sin este final, hasta te hago pasar Wanted como una historieta divertida que, claro está, no tiene una mierda más de nada, pero te la paso. Con el cartel de “decente” por todos lados, pero te la paso.
En fin, ya concluyendo y en una nota más positiva, Wanted (por los mismo puntos de arriba) es una historia que no se toma enserio y en ningún momento trata ser la “Watchmen de los villanos”, como algunos se han atrevido a llamarle, e incluso es una obra que pareciera estar orgullosa de sus agujeros argumentales, una obra que pareciera estar orgullosa de su estupidez. Y eso, te guste o no, es una forma de entretenimiento. Para mí fue divertida en muchas partes pero también, horrible y casi insufrible en muchas más. Creo yo que no queda más que agradecer que fue solo una miniserie (como, al parecer, todo lo de Millar en los últimos 10 años y pico) y a la vez, odiar a Millar por no hacerle más empeño y hacer algo más elaborado o, al menos, darle un final decente que no se traduzca a metros como un Fight Club barato y vulgar de superhéroes y villanos o, peor aún, como un mal intento al querer ser Garth Ennis e incluso fallar en lo que parece casi “infallable”, como lo es la sátira.
Finalmente, repito que recomendaría Wanted a quienes disfruten de historias rápidas de acción en donde no haya mucho que procesar más que referencias y bromas provocadoras y adolescentes o simplemente, a alguien que quiera ver por sí mismo que tan cierto es lo que escribo aquí o no. Y ahora, si es que te gusto Wanted, recomendaría que leyeras historias similares que buscan hacer burla a los superhéroes y su universo, o ver ese “otro lado”, ese “lado oscuro” de estos mismos y están enfocadas a un público más maduro y todo el cuento, pero que están mucho mejor desarrolladas que la historia titular de la reseña. The Boys, del ya mencionado Garth Ennis; Black Summer de Warren Ellis; la inevitable Watchmen de Alan Moore; e incluso obras del mismísimo Millar, oscuras y desenfrenadas pero con un propósito, con una línea (no tan recta) de argumento, como lo son, por ejemplo, el 1er volumen de Kick-Ass, la genial Jupiter’s Legacy e incluso, un placer culpable tremendo para mí, inconsecuente e hipócrita, “la casi Wanted 2”: Némesis.
Con respecto a calificación, no me atrevería a calificar algo que me impacta con dicho amor/odio y en general no soy muy amigo de las clasificaciones a menos que sea una calificación extremista, no precisamente en el medio como me siento con Wanted, pero supongo que por cosas de formalidad, le daría un 5 o un 6 sobre 10 más que nada por los excelentes dibujos y por uno que otro momento inteligente y realmente irónico como se esperaría de Millar en su máximo potencial y no esta versión tan poco engreída, copiona e incluso repetitiva de un gran autor (que a veces se le va la olla) como lo es, el ya tantas veces mencionado, Mark Millar.
“Soy John Wayne en ‘El Alamo’. Soy Charles Bronson en ‘El Vengador Anonimo’. Soy Clint Eastwoood en la tetralogía de ‘Harry el Sucio’ y todos sus Spaghetti westerns. Soy Jean-Claude Van Damme. Soy Sly Stallone. Soy Bruce Lee en ‘Operación Dragón' y Chuck Norris en ‘Desaparecido en Acció’. Soy Lee Marvin. Soy Sean Connery. Soy el puto Arnold Schwarzenegger… Y tú, amigo mío, estás jodido”
–Wesley Gibson (¿o Mark Millar a la hora de escribir Wanted?)
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