LA VOLUPTUOSIDAD
Editorial: Ponent Mon
Fecha de publicación: 2007
Guionista: Blutch
Dibujante: Blutch
Reseña: Ñoño Cool
Ok… el comic del día de hoy es algo difícil, creo que ni Grant Morrison drogado hasta las orejas con LSD e intoxicado con hongos hasta las cejas podría salir con algo como esto. . No sólo el leerlo puede dificultarse para mucha gente ya que no tiene una verdadera narrativa cohesiva, sino que de entender puesto que es una metáfora surrealista gigante con más metáforas pequeñas entremedio igual de fumadas.
Es un tebeo que un grupo entenderá en su primera lectura y captarán el mensaje pudiendo decir si es o no algo bien construido, y otro igual de numeroso se quedará colgado sin saber qué diablos acaban de leer y casi tildándolo de basura pretenciosa post-moderna que solo por ser francés se le perdona su “sello artístico”, o simplemente pondrán una cara de “WTF??”… y será solo tras una segunda lectura esta vez sabiendo a lo que van a encontrarse, permitirá saber que se suponía intenta el autor comunicar aquí. Yo estoy en ese segundo grupo menos iluminado.
Ojo, que entiendan de que va no significa que les gustará, solo que lo captaron. Puede que incluso sabiendo a qué se refiere todo lo que aparece aquí aún así lo encuentren malo, o pasable. No hay para que sentirse un “genio artístico” porque apreciaron lo presentado y con eso mirar en menos a quienes no agradó… simplemente gustos son gustos. Digo todo esto antes de empezar porque sé que es una obra que dividirá las opiniones sobre qué diablos es lo que es este comic y que quiere decir.
Esta obra está dibujada y guionizada por Blutch, uno de los autores franceses más únicos de ese país, y con el sello más personal de todos los que surgieron con la renovación artística de L’Association de la bande dessinée. El tipo es extremadamente versátil, por lo que cada obra podría parecer hecha por alguien diferente en cada ocasión tanto en el arte como el argumento y tono.
La voluptuosidad es una obra verdaderamente inclasificable. Me ha provocado sensaciones complejas y bastante encontradas, y vaya que me ha costado poner en palabras algo para esta reseña. Es un relato con tono desvergonzado y audaz, totalmente onírico y excéntrico; que toca temas adultos a través de su estructura muy extraña, personajes que no se comportan normales y con situaciones inverosímiles bañadas en referencias sexuales gráficas que uno podría encontrar maliciosas a propósito.
Creo que no hay caso en tratar de explicar el argumento como para saber de qué se trata, a lo mucho lo que podría decir que entre toda la enorme mezcla de cosas hay un simio peligroso se ha escapado de donde sea estaba atrapado y tiene ganas de mirar vaginas de mujeres, mientras intentan cazarlo; pero dada la mucha simbología de difícil interpretación o a veces hasta derechamente ininterpretable, su estilo freudiano e irracional, sugiriendo mucho pero explicando poco, parece que cada situación que aquí sucede fue creada en un ejercicio de improvisación… o si fue planeada al dedillo por meses, todo se presenta como algo nacido de un impulso.
Hay metáforas muy fáciles de atrapar, como que las pasiones humanas son dibujadas como animales salvajes siendo en el caso del mono el voyerismo al mirar la vagina de las mujeres pero jamás actuar físicamente con ellas, y en del león el lado dominante en una relación se pasivo/activo.
También es obvia la técnica de desnudar al personaje (solo los hombres en este caso) para que se sienta vulnerable y privarlo de su estatus, e incluso bestializarlo y volverlos animales sometidos a impulsos que les superan y doblegan, como es el amor a la mujer o la necesidad de tener sexo. La mujer es representada como alguien inconsciente de la responsabilidad en todo este juego, pero muy consciente de su poder sobre el hombre, y “la selva” que es donde habita el hombre-animal es representada por frondosas matas de vello púbico entre sus piernas. Más que nada lo que se puede sacar en limpio es que Blutch ve a la mujer como el sexo dominante en la relación
El problema que me encontré, es que hay muchas situaciones con más de un posible significado pero no me creo lo suficientemente capacitado para decir sin dudas qué es lo que el autor quería expresar en cada caso; hasta yo diría que existe la posibilidad de que es una obra que no quiere ser comprendida realmente, que se mete en situaciones oníricas y obsesivamente crípticas, con diálogos salidos de la nada que suceden con tal normalidad para que no la comprendamos… más bien que solo la sintamos, que sean nuestras emociones y no nuestro raciocinio quien tome las riendas al leerlo; podría decir que este es un comic que busca que tu inconsciente y no tú sea quien lo interprete y sepa de que va.
El dibujo igual apuesta por lo surreal, las viñetas no tienen cuadro o forma definida para poder crear la sensación de un sueño, y el trazo deliberadamente se va a lo feo, sucio y repugnante, para perturbar al lector en la medida de lo posible. Los dibujos son hechos a la rápida y sin segundas revisiones, salen como salen y ya, todo lo más veloz posible por lo que se nota un trazo nervioso e improvisado; a lo mucho hay colores metidos después en lo que bien podrían ser bocetos en un cuaderno de escuela. Se busca que pensemos que lo hizo con flojera y descuido, pero hay muchas técnicas puestas para aumentar la expresividad, intensidad de situaciones y movimiento energético de la narrativa visual en lo que parece desgano.
Llegado a este punto es cuando hago un párrafo final para dar mis impresiones y ponerle nota al comic; pero no sé a ciencia cierta si esta aglomeración de imágenes arbitrarias con vaginas peludas y palabras al azar me ha gustado o no. Se a lo que va… o al menos creo saber que pretende Blutch con lo que ha puesto aquí, pero sinceramente no me ha producido mucha reacción.
No me malentiendan, no es la primera vez que me topo con obras 100% metafóricas de este estilo, así que no es por desconocimiento e ignorancia total sobre lo leído que no se como sentirme, pues las que me he encontrado con una aproximación parecida si han logrado una reacción visceral en mí, pero aquí nada… a lo mucho me pareció un sueño perturbador y de difícil clasificación.
Sé que muchos aman este comic, y me tildarán de cerdo ignorante porque no ha hecho mucha mella en mí, o dejado una impresión a la que pueda acceder conscientemente, ni sé si la recordaré en dos semanas siquiera. Por lo que es, creo que es un buen comic, que toma riesgos y juega con lo que el lector espera ver y eso se valora; pero me declaro incompetente para ponerle una clasificación definitiva. Puede que a mi inconsciente le haya fascinado y la encuentre grandiosa ¿quién sabe? Por eso voy a ir con esta clasificación en el mismo espíritu impulsivo que posee el tebeo, y ponerle un
7/10
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